Existen muchas razones por las que una persona tendría una operación en los ojos: desde una corrección para tratar miopía o astigmatismo, hasta afecciones más delicadas, como el glaucoma o cataratas. Es decir, cualquiera podría necesitarla, por eso es importante conocer cuáles cuidados serán pertinentes y así darles el seguimiento correcto, ya sea para uno mismo o para ayudar a un familiar bajo nuestro cuidado.
Cuáles son los padecimientos oculares que pueden requerir cirugía:
Cataratas:
Esta intervención es sencilla y ambulatoria (no necesita hospitalización y, generalmente el paciente puede ir a casa el mismo día de la operación). En ella, se reemplaza el cristalino del ojo por un lente intraocular artificial.
Glaucoma:
A pesar de que esta enfermedad no se puede curar ni siquiera con una operación, la intervención es útil para disminuir la presión intraocular, y así, reducir el riesgo de la progresión de la enfermedad.
Errores refractivos (cirugía refractiva o correctiva):
Como lo indica su nombre, estas intervenciones corrigen problemas de miopía, hipermetropía o astigmatismo. La cirugía láser suele ser el procedimiento elegido para estos casos.
Desprendimiento o desgarro de retina:
Esta afección puede ocasionar la pérdida de la visión en el ojo afectado. Los procedimientos con láser o cirugía están indicados para sellar el desgarro o volver a colocar la retina en la parte posterior del ojo.
Estrabismo:
La mejor etapa para tratar este error en la alineación de los ojos es durante la infancia. En la cirugía se intervienen los músculos del ojo que controlan los movimientos, para que ya no apunten en distintas direcciones ni afecten la calidad de la visión del paciente.
Degeneración macular:
En este problema, el área macular (responsable de la visión central) puede afectarse por vasos sanguíneos anormales que crecen debajo de la retina. En estos casos, se puede usar un láser para detener el sangrado y evitar más daño.
Retinopatía diabética:
Las personas que padecen diabetes corren el riesgo de que se dañen los vasos sanguíneos del ojo o se formen vasos anormales. El láser puede ser útil para sellar los vasos sanguíneos que tengan fugas o para disminuir o detener el crecimiento de vasos sanguíneos anormales.
Después de cualquiera de estas intervenciones, es buena idea poner atención a estos hábitos:
Los cuidados postoperatorios básicos después de una cirugía de ojos:

Tener compañía al menos las primeras 24 horas después de la operación.

Seguir las instrucciones del especialista al pie de la letra.

Utilizar lentes oscuros con protección UV en los siguientes días cuando se esté en exteriores.

No tallar el ojo que tuvo la cirugía.

Siempre lavarse las manos antes de aplicar gotas, ungüentos u otros medicamentos indicados para el ojo.

Evitar esfuerzos físicos en las primeras semanas después de la cirugía y no dormir sobre el ojo en recuperación.

No maquillar el área del ojo que tuvo la intervención.

No usar piscinas, jacuzzi o sauna durante un mes.

Finalmente, acudir al oftalmólogo en caso de sentir molestias, dolor o tener alguna pregunta sobre el proceso de recuperación.
Fuentes:
Blog Hospital de la Ceguera. Padecimientos que te pueden provocar una cirugía de ojos. 17 de abril de 2023. Consultado el 3 de septiembre de 2025.
American Academy of Ophthalmology. Revisado por Pagan-Duran, B. Cirugía láser ocular. 30 de abril de 2024. Consultado el 3 de septiembre de 2025.
Ophthalmology Center Barcelona. General tips for postoperative care. 4 de abril de 2025. Consultado el 3 de septiembre de 2025.
McKinney JK, Turbert D. Operación de cataratas. American Academy of Ophthalmology.
